domingo, 28 de septiembre de 2014

EL PERDÓN, UNA RIQUEZA

Errar es humano. Todos somos frágiles y necesitados. A veces, cuánto nos cuesta perdonar. Pero ¿qué es el perdón? Lo podemos definir: Es la acción por la que una persona decide no sentir resentimiento alguno hacia el ofensor.
El perdón se da o se recibe y se vive de diferentes facetas vitales. En el fondo es una necesidad, es liberar la conciencia de cualquier sentimiento negativo. El perdón es un beneficio mutuo, al que lo da y al que lo recibe.
Quizás lo que más nos cuesta es alcanzar el propio perdón. Es decir, perdonarnos a nosotros mismos. Aquí no se busca el encuentro, el diálogo, las escusas… eres tú el principal protagonista. Estás en tu propio desierto. Sólo tú y tus cosas. El perdón no cambia tu pasado, está ahí; pero sí abre nuevos horizontes a tu futuro. Abre horizontes para ver dimensiones nuevas y posibles correcciones.

El perdón es uno de los pilares fundamentales para la paz en cada persona, en la familia, en el mundo. El perdón, amigo caminante, nos lleva a la conversión. La verdadera conversión es el cambio radical, íntimo, personal. Una forma nueva de pensar y actuar.

            Creo que podemos decir que donde hay conversión hay perdón y éste lleva a la paz. No sólo la tuya, sino la del otro y desde aquí se puede vivir en armonía con todo el entorno. Pero lo importante, el primer paso a dar es: Aceptarte como tú eres y amarte.

            Quizás, hoy en día, se nos pide también una austeridad que tiene sus motivos en la solidaridad de cara a los más necesitados. Incluir, no excluir. Fraternidad e igualdad y entonces a todos nos toca descubrir la riqueza del perdón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario