La fiesta, un fenómeno humano que indica la
celebración de un acontecimiento no sólo del pasado, sino del presente. La
fiesta es una especial característica de la vida. La fiesta no sólo une a las
personas amigas, sino que amplía el círculo personal.
La
fiesta rompe la rutina diaria favoreciendo una intercomunicación. Los acontecimientos festivos son de una gran
diversidad: familiares, económicos, religiosos, políticos, deportivos… Y en
medio de todo esto necesitamos espacios creativos donde la imaginación humana no
encuentre límites y los anquilosados programas dejen de funcionar.
Necesitamos
un clima donde el aire que respiramos sea de optimismo, de compromiso, de
solidaridad. Desgraciadamente, a veces, el tener, el gastar, el aparentar es la
mentalidad que predomina en la (nuestra) sociedad consumista.
Y
todo esto nos lleva, no a una solidaridad, sino a una sociedad competitiva
devaluando el sentido de la comunicación y el de la fiesta. Amigo caminante, no debemos resignarnos a
perder la capacidad de maravillarnos; a
vivir con ilusión y a disfrutar de la fiesta.
Todos
los días escribimos una página en el libro de nuestra vida. Cada día puedo y
debo aprender a vivir la vida con más autenticidad, más intensa, más festiva,
descubriendo y apreciando valores. La vida es un don, es relación, es…
Fiesta.
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