domingo, 29 de marzo de 2015

ATARDECER - AMANECER

Quizás tendríamos que ser personas más emprendedoras, personas que saben soñar. Se puede soñar con muchas cosas. Soñar que mañana vamos a tener un día mejor y no me refiero al tiempo. En definitiva, tener un futuro mejor, en todos los aspectos. Es cierto que para alguna persona, soñar, no sirve para nada. Es pura ilusión. 
                Soñar nos motiva. Hoy hemos tenido un día duro, difícil, por todas partes aparecían los problemas… El día iba atardeciendo y todo se obscurecía… Lo importante era conservar el sueño, la ilusión y ser perseverantes. Sin duda la ilusión por llevar a cabo un proyecto nos hace fuertes en el caminar de cada día, es también un aliciente para dinamizar el presente. Valorar las cosas pequeñas, todo lo que nos ayuda. Seamos realistas, una ilusión inalcanzable es en sí misma una ilusión perdida.

          Cuántas veces hemos oído esta frase: “Necesito recuperar la ilusión” Los problemas de cada día y la rutina se hacen visibles, entonces advertimos la necesidad de recuperar la ilusión. Es como un amanecer. Un nuevo día.

                La motivación por las cosas de cada día refuerza la ilusión en el caminar de la jornada. Amigo caminante, si has perdido la ilusión procura “ordenar” tus cosas. Tal vez la vida misma… toda actividad. Cuando iniciamos una tarea y nuestra ilusión es servir, animar para llegar a un encuentro con los demás; nos favorece a todos. Porque “La comunicación interpersonal es posible para el hombre gracias al amor” Laín Entralgo.
                     La vida humana es vida de diálogo o, de lo contrario, será una vida enferma. Esforcémonos en hacer que nuestra vida y la de los demás sean  mejor. Reforzar la parte positiva en las actividades es volver a vislumbrar un nuevo día porque ya empieza a amanecer.  

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