La
enfermedad de nuestro tiempo, creo, se puede llamar: Consumismo. Éste, influye,
queramos o no; sobre la mente, el corazón y la acción de las personas; porque
predomina en nosotros el afán de tener y consumir “abandonando” otras dimensiones de la persona.
Todo
estímulo produce o, espera se produzca, en nosotros una respuesta. ¿Por dónde
nos inclinamos? Nos encontramos con un nuevo sistema de valores o estilo de
vida. Al predominar el consumo (consumismo) tal vez disminuye la solidaridad y
sensibilidad hacia el necesitado.
Hemos caído en la insolidaridad,
dando lugar a la frivolidad despreocupándonos del futuro. Ojalá que no perdamos
la capacidad de examinar, de analizar inteligentemente los acontecimientos.
El consumismo está incentivado
principalmente por la publicidad, por la facilidad que nos proporciona “el usar
y tirar”. Por imitar algún ídolo…etc.
Es verdad que el objetivo
principal del consumo es: la supervivencia pero tenemos que saber equilibrar y
llegar al consumo por deseo de algo, llamémoslo: capricho. Controlemos el
consumo antes que éste nos controle y nada mejor que haciendo buen uso del
mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario