domingo, 24 de abril de 2016

HACER BUEN USO

La enfermedad de nuestro tiempo, creo, se puede llamar: Consumismo. Éste, influye, queramos o no; sobre la mente, el corazón y la acción de las personas; porque predomina en nosotros el afán de tener y consumir “abandonando” otras  dimensiones de la persona.  
Todo estímulo produce o, espera se produzca, en nosotros una respuesta. ¿Por dónde nos inclinamos? Nos encontramos con un nuevo sistema de valores o estilo de vida. Al predominar el consumo (consumismo) tal vez disminuye la solidaridad y sensibilidad hacia el necesitado.
           Hemos caído en la insolidaridad, dando lugar a la frivolidad despreocupándonos del futuro. Ojalá que no perdamos la capacidad de examinar, de analizar inteligentemente los acontecimientos.   
        
        El consumismo está incentivado principalmente por la publicidad, por la facilidad que nos proporciona “el usar y tirar”. Por imitar algún ídolo…etc.

        
        Es verdad que el objetivo principal del consumo es: la supervivencia pero tenemos que saber equilibrar y llegar al consumo por deseo de algo, llamémoslo: capricho. Controlemos el consumo antes que éste nos controle y nada mejor que haciendo buen uso del mismo. 

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