Cuando
nos encontramos con una persona amiga o simplemente conocida, nuestro saludo
suele ir acompañado de una sonrisa. Y es que sonreír es una forma de agradecer
su presencia. Casi podemos decir que sobran las palabras.
Sonreír es un bonito mensaje. La
sonrisa acompañada de una simple mirada, refuerza y valora el encuentro. Es
verdad que motivos para estar desanimados o tristes no faltan. Pero yo creo
que, una sonrisa no cuesta nada y tiene efectos muy positivos. Por ejemplo:
elimina preocupaciones.
Leyendo
acerca del tema de la sonrisa, me encontré con esta frase: “Enriquece (la
sonrisa) a quienes la reciben, sin empobrecer a quienes la dan”.
Una sonrisa comunica acercamiento,
apoyo, encuentro. Quien sonríe seguro que se siente mejor. Pero la verdadera
sonrisa es: dar y recibir. Brindar una sonrisa al otro es decirle: Estoy
contigo. Cuenta conmigo.
No importa que haya esas peleas,
choques normales; son señal de que hay amistad. La sonrisa es expresión de
alegría. Abre puertas. Leyendo me encontré con esta frase acerca de la sonrisa:
“Enriquece a quienes la reciben, sin empobrecer a quienes la dan”.
Por eso creo que podemos decir que la
sonrisa no conoce fronteras. A veces queremos hacer las cosas tan perfectas…”
La vida no es perfecta, pero prueba a sonreír, sentirás que mejora”.
Quizás te ayuden algún detalle que más
aprecias… pues tenlos muy cerca de ti y a lo largo del día o, cuando puedas,
obsérvalos. Seguro que te hacen reír.
Decía la Madre Teresa que: “La paz comienza con una sonrisa”. Valoremos pues la sonrisa.
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