Quizás lo insignificante lo vemos de prisa… y
ahí quedó para el olvido. Nos sorprenden los grandes acontecimientos. Olvidamos
que lo importante no está en las grandes acciones.
Son
las pequeñas cosas, las de cada día, las que dan sentido a nuestro vivir. La vida
está llena, está llena de pequeñas cosas.
Hoy nos vamos a fijar en los
detalles: El saludo de un amigo, su mirada, su sonrisa…Sólo se construye desde
lo positivo. Somos constructores empezando por las cosas pequeñas. Necesitamos
despertar y fomentar el espíritu constructivo. Lo que nos une.
Siempre hay valores en ti, en mí
que no hemos descubierto. Ojalá que no caigamos en la rutina, donde empieza a
perderse la creatividad.
Cada vez que progresamos en
crecimiento integral, amiga, amigo caminante… otros se benefician. Mejora la
Humanidad.
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