domingo, 20 de julio de 2014

EL TIEMPO

En nuestras conversaciones solemos decir: “Hay que ver cómo pasa el tiempo” Hay momentos en los que siempre nos falta tiempo para todo cuanto deseamos hacer. Pero no olvidemos que hay muchas formas de pasar el tiempo. Un detalle de todos los días: ¿Qué uso yo para saber la hora, es decir, el tiempo?  ¿Lo controlamos o nos controla?  Normalmente tenemos el reloj personal. Mas, ojo que no nos veamos dominados por ese tiempo que nos indica el reloj. Hay tiempos y tiempos.

            Seremos nosotros, amigo caminante, quienes debemos saber utilizar bien el tiempo en nuestro provecho personal y comunitario.

              Las cuatro estaciones del año nos indican un camino a seguir en su propio ritmo. Son nuestras estaciones personales.  La primavera nos indica con su despertar: todo es vida, alegría, fiesta. El verano  pide y exige su laboral tarea y esfuerzo pero a la larga merece la pena. El otoño nos invita a un cierto recogimiento. A hacer silencio a pesar de que todo tiene sus límites. El invierno como que todo empieza a cambiar, vuelve al silencio, se mira a sí mismo…

    Así es o así se parece nuestra vida. Ojalá sepamos ir dando los pasos que corresponden según el tiempo personal y nunca perdamos el biorritmo, al contrario, a cada época (estación) busquemos y valoremos su riqueza para luego compartirla con quienes nos toca convivir cada instante, porque hay tiempo para todo. Sepamos aprovecharlo porque el tiempo es vida. 

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