En nuestras conversaciones solemos decir:
“Hay que ver cómo pasa el tiempo” Hay momentos en los que siempre nos falta
tiempo para todo cuanto deseamos hacer. Pero no olvidemos que hay muchas formas
de pasar el tiempo. Un detalle de todos los días: ¿Qué uso yo para saber la
hora, es decir, el tiempo? ¿Lo
controlamos o nos controla? Normalmente
tenemos el reloj personal. Mas, ojo que no nos veamos dominados por ese tiempo
que nos indica el reloj. Hay tiempos y tiempos.
Seremos
nosotros, amigo caminante, quienes debemos saber utilizar bien el tiempo en
nuestro provecho personal y comunitario.
Las
cuatro estaciones del año nos indican un camino a seguir en su propio ritmo.
Son nuestras estaciones personales. La primavera nos indica con su
despertar: todo es vida, alegría, fiesta. El
verano pide y exige su laboral tarea
y esfuerzo pero a la larga merece la pena. El
otoño nos invita a un cierto recogimiento. A hacer silencio a pesar de que
todo tiene sus límites. El invierno
como que todo empieza a cambiar, vuelve al silencio, se mira a sí mismo…
Así es o así se parece nuestra
vida. Ojalá sepamos ir dando los pasos que corresponden según el tiempo
personal y nunca perdamos el biorritmo, al contrario, a cada época (estación)
busquemos y valoremos su riqueza para luego compartirla con quienes nos toca
convivir cada instante, porque hay tiempo para todo. Sepamos aprovecharlo
porque el tiempo es vida.
Exacta.ente muy de acuerdo señor H.S
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