¿De qué nos quejamos o protestamos?
El
quejarse es un aspecto o síntoma que normalmente tiene como referencia algo con
lo que no estamos de acuerdo. Así, por ejemplo, nos quejamos de nuestra
sociedad por los motivos que fueren. Nos resulta injusta, opresora, indigna… De acuerdo.
¿Pero
qué hacemos para que algo empiece a cambiar? A cambiar en positivo, claro.
Siempre que recibimos un estímulo, se debe dar una respuesta; de lo contrario
ese inconformismo se convierte en pesimismo, en desánimo para nosotros mismos.
Es negativo.
¿Cómo actuar? En
primer lugar, es necesario un cambio en nosotros, buscando un compromiso real y
para que, en segundo lugar, se vayan cambiando las estructuras de la familia, del
grupo, de la comunidad, de la sociedad.
De
todos modos, amigo caminante, para curarse, en primer lugar hay que reconocer
que se está enfermo. Y, creo que la enfermedad de hoy en día es: el tener. Y
nos quejamos de que no tenemos… esto, lo otro y nos hemos olvidado del ser.
Vamos, de la persona, quiero decir.
Superemos
las quejas y hagamos realidad los proyectos que nos ayudan a compartir
cambiando la escala de valores. Más solidaridad, más respeto y autenticidad en
la convivencia. Corresponsabilidad en la toma de decisiones… y que nunca
olvidemos estos dos términos: JUSTICIA Y LIBERTAD. Sin olvidar también la lucha
contra toda clase de pobreza.
Todos
corresponsables.
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