domingo, 19 de abril de 2015

LA INDIFERENCIA

Ojalá que siempre sepamos dar respuestas inteligentes y constructivas a los acontecimientos que día a día nos llegan. Nunca debemos dejar pasar a todo estímulo que nos llega sin responder y menos aún caer en la indiferencia.

Es verdad que la cultura del bienestar nos va haciendo insensibles frente a las necesidades de los demás. Seamos críticos, responsables y no caigamos en las redes que arrastran al personal indiferente  e insensible.

               
 Reforcemos la empatía que fortalece la solidaridad frente a las necesidades del otro, sin llegar a emitir juicio alguno. La indiferencia se da cuando no hay interés, cuando ya nada nos atrae… La indiferencia, en el fondo, aísla y margina a la persona porque no adquiere compromiso alguno.
             Es verdad que la indiferencia se puede convertir en una máscara, es decir, que en el fondo es un cómodo egoísmo. “No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena”. Martin Luther King.

        La indiferencia hace a las personas  insensibles frente a las necesidades del otro. Y ya sabemos… ¿insensible? Igual a muerto. Amigo caminante, no perdamos nunca la sensibilidad del corazón. La indiferencia y la insensibilidad nos alejan de los demás y el encuentro y la comunicación mueren. 

3 comentarios:

  1. Me encanta esa igualdad de la indiferencia mas insensibilidad igual a muerte. porque no es lo mismo pensarlo que leerlo en un blog de una persona desconocida que piensa igual que tu, en fin, que posiblemente no será ni correcto, ni propio de personas nobles y buenas, pero me alegro que los cómodos-egoístas indiferentes e insensibles terminen con un diagnóstico de muerte, no física, por supuesto, sino en el sentido que he interpretado en su escrito, si no lo entendido mal.
    Aunque también espero y creo en la sinceridad interior de la persona humana, es decir, aquella que no podemos eludir cuando estamos solos con nosotros mismos, y no nos queda de otra que reconocer y admitir nuestra comodidad y egoísmo y daño al otro con nuestra indiferencia e insensibilidad lo que nos llevaría a ser capaz de pedir perdón, a la conversión, y a dejar de estar muertos, pero en esto último, sinceramente, no creo, porque para eso tendríamos que botar de nosotros mismos el orgullo y la soberbia de creernos en poder de la razón, lo que conocemos por " no dar el brazo a torcer".

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  2. Amigo/a: Estoy de acuerdo. Nos necesitamos unos a otros para crecer como personas, porque comunicarse es cuestión vital.

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  3. Amigo/a: Estoy de acuerdo. Nos necesitamos unos a otros para crecer como personas, porque comunicarse es cuestión vital.

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