La
comunicación es esencial en nuestra vida, nos hace ver y descubrir los valores
que hay en el otro y en nosotros mismos. No hacen falta grandes gestos, a
veces, un simple saludo rompe esos obstáculos que impiden el encuentro, la
comunicación y la ayuda. Y tenemos la
posibilidad de estos gestos cada día.
Por ejemplo: El tener nuestra mano
extendida. Sí, amigo caminante. Ten tu mano extendida. Una mano extendida
comunica solidaridad, empatía, fraternidad… y rompe todo obstáculo que impida
el encuentro porque inspira confianza, crea esperanza y ofrece amistad.
Cuando extendemos una mano sobran las palabras y habla el corazón.
Todos necesitamos esa mano, tu mano extendida; sobre todo la necesitan, cada
vez más, esas personas que tal vez nunca podrán “pagar” gastos porque son tan
pobres que no poseen nada.
Sí,
extendamos la mano para que no se apague la triste mirada de esos niños
abandonados y explotados. Extendamos la mano para que los jóvenes sean
constantes y valientes para construir un mundo nuevo. Extendamos la mano y nos
acerquemos para que sigan vivas las ilusiones de las personas ancianas.
Extendamos la mano para levantar a quien ha caído en la droga, en la
corrupción, en todo aquello que destruye la dignidad de las personas.
Busca
tiempo, extiende tu mano y acoge a tus hijos al regresar a casa; esperan una
sonrisa y un beso. Busca tiempo para ofrecer a los demás y lleva tu mano
siempre extendida. Sí, extiende tu mano y levanta al caído para luego caminar
juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario