domingo, 8 de abril de 2012

LA FUERZA DEL TESTIMONIO

Nos toca vivir en la era de las comunicaciones (las nuevas tecnologías) y, a veces, comunicamos simplemente palabras vacías sin pasar a los hechos, o mejor, a los testimonios. Hoy en día, siempre, es el ejemplo el que tiene una fuerza especial de atracción.
Son los testimonios los que llegan a las personas y tal vez al corazón. Y éstos (los testimonios) son los que hacen pensar, reflexionar  y cambiar a las personas e influyen en el ritmo de las familias y de la sociedad; todo ello para que haya más justicia, más solidaridad y más humanidad.
El verdadero testimonio nos lleva a saber respetar a los demás. Hoy en día, creo, estamos muy acostumbrados a usar las cosas según intereses personales.  Pero lo que no procede es que utilicemos a las personas. Hay padres que desean que sus hijos sean unos triunfadores, no tanto por el bien de ellos, sino para mostrarlos como sus propios trofeos.
Nadie tiene que ser objeto de nadie. El respeto al otro debe ser tarea de todos.  Ojalá sepamos respetar y admirar a los demás de cuanto bueno y bello hay en unos y en otros.
Hoy con los medios que tenemos podemos aumentar nuestro bagaje cultural y una sana convivencia. ¿No te parece, amigo caminante? El ansia de poder, el deseo insaciable de riquezas y toda clase de comodidades; es el signo evidente de un gran vacío interior.
Debemos convencernos de que no son los adelantos tecnológicos y científicos los que nos proporcionan una calidad de vida, sino el conocimiento de nosotros mismos, el testimonio y una auténtica y respetuosa convivencia.

1 comentario:

  1. Tiene toda la razón el comentario anterior sobre la fuerza del testimonio. Más que nunca es importante ACTUAR de acuerdo con nuestras ideas cristianas, más que predicar (aunque el predicar es muy importante) porque son los hechos los que quedan, pero - sobre todo entre los jóvenes- cada vez es más difícil que se fijen en lo que uno hace,que se fijen en la realidad, porque les llega más lo que les DICEN a través de todos los artilugios modernos de los cuales están pendientes todo el día.Por eso actúan, se concentran, protestan, todos a una, cuando los citan a través de esos medios sofisticados de comunicación que todos llevan en los bolsillos, como robots, todos a una. Muchas veces NO SE ENTERAN CONTRA QUÉ están realmente protestando.Meditan poco, tienen poca vida interior, porque van como manadas tras las consignas de los líderes de grupo.Si no los rescatamos de esa servidumbre tecnológica, perderán poco a poco el poder de analizar por sí mismos y de tener iniciativas propias.

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