Cada
día se nos ofrece la posibilidad de ir construyendo una amistad, una familia,
un mundo, una nueva humanidad. Pero antes hay que quitar todo lo que impide la
construcción de una sociedad más justa y fraterna.
No
caminaremos hacia un mundo, hacia una nueva humanidad, sino reorientamos
nuestros comportamientos individuales, sociales…
Un pueblo, una sociedad no se hace más humana por el simple hecho de
ignorar las necesidades y los sufrimientos de las personas. La humanización nos
está exigiendo un cambio profundo.
Hay que saber pasar de la
competitividad a la solidaridad y ayuda a los marginados y más necesitados. El
bien común por ser precisamente, un bien de todos, lo aplicaremos para todos.
Las dificultades que vamos encontrando
son un desafío. Hay que mirar el futuro con una actitud de superación. La
persona debe asumir su responsabilidad frente a lo creativo y a la vez también
respetar y construir un mundo más humano y solidario.
Habrá que continuar la tarea de
movilizar todos los resortes que nos sean posibles para cuestionar e intentar,
buscando un equilibrio, el campo de la economía, evitando así tantas
injusticias y, en definitiva, la pobreza.
Es un desafío para todos porque todos
podemos aportar algo en la construcción, si somos positivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario