Toda
persona a un cierto punto de su vida, tiene que formular su proyecto. Porque:
¿Qué es la persona más que un proyecto? Si falta éste, la vida se queda sin un
punto de mira. Toda la panorámica, por desgracia nada agradable: guerras,
secuestros, todo tipo de violencia etc. es consecuencia de lo que cada uno vive y cómo lo vive.
Hoy vivimos en una acentuada
dispersión: Ricos-pobres… quizás cansados de “vivir” por falta de una
proyección personal seria, lo que se suele llamar: opción fundamental.
Ésta es la que da autenticidad a la
vida. La valoración y aceptación del proyecto, proporciona serenidad y armonía.
El proyecto y el compromiso, sirven para hacer salir a la persona de la
masificación y adquirir su personalidad.
¿Asistimos hoy a un momento en el que
más personas indecisas existen? La riqueza, la abundancia, el confort… todo es
posible; pero nada es realmente vivencial.
El proyecto
y la felicidad son el fiel reflejo del pensamiento y de la acción de la persona
misma. El proyecto, la opción fundamental, es necesario en nuestra vida.
La sociedad, el mundo tiene que
cambiar y el cambio está en ti y en mí. En una forma nueva de pensar, de
proyectar y de actuar. En esa constante lucha con las nuevas tecnologías, los
nuevos ídolos y los falsos paraísos… ¿cómo? Con un verdadero Proyecto.
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