domingo, 8 de enero de 2017

LA VIDA, UNA FIESTA

¿Por qué? Sí, nos tenemos que preguntar el por qué no somos capaces de vivir en paz, haciendo de la vida una fiesta.
         Superando las inseguridades que nos toca vivir cada día por el estallido de las guerras, la violencia de género, el terrorismo, las injusticias… ¿Por qué?
         Es cierto que la fiesta es el culmen de un agradable acontecimiento. La fiesta es el caminar por la vida, la historia misma de la persona; pero en el camino encontramos los tropiezos, las caídas, el desencanto y tal vez el abandono. Y sin embargo hay que seguir el itinerario que nos conduce a la celebración.
        
La vida es la realidad, la historia de cada uno, la tuya y la mía, la de todos. Aquí encontramos, están los sucesos, nuestras comunicaciones y vivencias.
        
Las fiestas no se celebran solos. La fiesta tiene sentido cuando se celebra en común, porque exige compartir y solidaridad. La fiesta nos identifica por aquello de la cercanía y la comunicación interpersonal.
         La fiesta rompe todos lo formulismo y hace que el mundo sea la gran plataforma donde todas las personas vivan en paz. La fiesta es pues comunicación interpersonal. La fiesta nos ayuda a disfrutar de las cosas pequeñas y sencillas.

         La fiesta implica saber ver el lado bueno de las personas, mirar desde el corazón. Amigo/a caminante…Vamos a la Fiesta. 

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