La
esperanza es una ventana que se abre cada día y nos deja ver el horizonte. Sin
esperanza la vida se convierte en clausura.
La
esperanza es también una puerta abierta que nos invita a entrar en la búsqueda
de la plenitud. La esperanza impregna toda nuestra vida y nos ayuda a descubrir
el verdadero sentido de la existencia. La esperanza nos ayuda a superar
todo desencanto.
La
esperanza nos ayuda a descubrir y compartir el dolor de los demás y a la vez
disfrutar de todo lo bueno que hay en ellos.
Todos
los días comuniquemos esperanza para unos y para otros, para todos. La
esperanza nace cuando ofrecemos diálogo, amistad, perdón…
Nace
en un apretón de manos silencioso ante un enfermo. Nace en la limpia mirada y
sonrisa de un niño. Nace en el silencioso beso dado a una persona mayor para
decirle que no la hemos olvidado y que la queremos.
Nace
también cuando descubrimos en nosotros y en los demás lo positivo y lo
bueno. Nace cuando, a pesar de todo, seguimos creyendo, amando y
sonriendo a la vida.
¿Cómo
transmitimos esperanza? No es fácil pero sí es posible.
Enhorabuena por tu blog, es una pequeña caricia a los sentidos, no lo abandones y hazlo crecer pues acompañará el caminar de muchos. Un abrazo Pablo.
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