domingo, 12 de febrero de 2012

DESPERTAR


No podemos ignorar y menos aún huir de los problemas que cada día nos encontramos.
Estamos un tanto hipnotizados, adormecidos, viviendo un sueño en el que creemos ser alguien que en realidad no somos. Hay que despertar para liberarnos de nuestro error, de quienes nos manipulan y reconocer que estamos dormidos; que todo o casi todo, que llega a nosotros lo dejamos pasar sin dar una respuesta inteligente, personal o grupal.
Hace falta mucho valor y a la vez humildad para reconocer que vivimos en un estado de somnolencia.
A veces, nos  acostumbramos  a vivir en la rutina diaria y vamos perdiendo la dimensión creativa y reforzando “los apegos” a los que precisamente debemos eliminar. En realidad no son muchas las cosas a las que debemos renunciar.
¿Por qué estar atados y ser “esclavos” de los deseos y apetencias de cosas que nos acarrean disgustos y goces ilusorios?
Hay que despertar y rebelarnos pacíficamente superando nuestros egoísmos, intereses y caprichos, pues no nos atan las cosas, sino el deseo de ellas.
Podemos tener y usar de cuanto la vida nos ofrece pero, amigo caminante, te invito y me invito a no apegarnos a nada. Abramos nuestros ojos. ¡Despertemos! Levantemos la mirada y contemplemos horizontes nuevos.
Cuando aprendamos no sólo a ver, sino a mirar con los ojos del corazón todo cambiará. Todo tendrá un nuevo sentido. Todo adquirirá una nueva dimensión…
Y por todo ello hay que ¡Despertar!

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