lunes, 5 de marzo de 2012

LA IMAGEN

Nos toca vivir en una era llamada de las comunicaciones, la era de las nuevas tecnologías. No sólo es importante el lenguaje, sino también quién lo dice, cómo lo dice y a quién se lo dice, es decir, la imagen.  
El primer mensaje en la comunicación lo damos con nuestra “presencia”. Debemos cuidar al máximo la presentación, los gestos, la mirada, los silencios…
Hay que armarse frecuentemente de valor para que nuestra imagen sea captada lo más verdaderamente posible. No basta caer bien y que los demás tenga buena imagen de nosotros, somos nosotros quienes debemos estar satisfechos con nosotros mismos.
Debemos intentar que nuestra presencia e imagen sea cada día un poco mejor y en medio de los problemas y dificultades, ser fuertes, más humanos y solidarios.
Tener esperanza para ser felices y hacer felices a los demás. Cada día, cada instante sea mejor que el anterior.
Preocuparse, estar atentos  a las necesidades de los demás, no sólo para dar buena imagen, sino porque nos ayuda a salir de nuestra comodidad, de nuestros egoísmos. El desinterés por los demás es como un cáncer que, poco a poco, va desmoronando el edificio de la convivencia humana y el de la imagen.
 Al final, nuestra imagen quedaría totalmente deteriorada. Por lo tanto, valoremos y apreciemos  nuestra verdadera imagen.

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