La
vida tiene sentido cuando dialogas, perdonas y amas. Cuando sabes arriesgar y
comprometerte. Cuando miras al otro con amistad, cariño y amor.
Es
verdad que todos, en mayor o menor medida, somos víctimas de una forma de vida
impuesta por la sociedad. Factores como:
El
paro, la precariedad laboral, la competitividad, el consumo… Nuestra sociedad
es cada vez más individualista, se mueve casi siempre por intereses. Vamos
perdiendo la sensibilidad hacia el dolor y el sufrimiento de los demás. Hagamos nuestro el lema: “Tú no estás solo,
puedes contar conmigo”.
En
la vida y cada día vamos tomando decisiones. La vida misma es una síntesis de
opciones. La vocación es la opción fundamental, es la expresión del don de la
vida. Sin vocación podemos hacer muchas cosas pero nos falta el sentido
profundo a nuestro actuar. Y es que la vocación constituye la razón de vivir,
la que da el verdadero sentido a la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario