domingo, 27 de mayo de 2012

COMUNICARSE

              La vida es un don y hay que cuidarlo y respetarlo. La vida tiene sentido cuando te solidarizas, respetas y amas a los demás.  Cuando te has caído y te levantas o ayudas a levantarse a los demás. Cuando en el caminar de cada día no dejas tristeza alguna.
              La vida tiene sentido cuando dialogas, perdonas y amas. Cuando sabes arriesgar y comprometerte. Cuando miras al otro con amistad, cariño y amor.
            Es verdad que todos, en mayor o menor medida, somos víctimas de una forma de vida impuesta por la sociedad. Factores como:
            El paro, la precariedad laboral, la competitividad, el consumo… Nuestra sociedad es cada vez más individualista, se mueve casi siempre por intereses. Vamos perdiendo la sensibilidad hacia el dolor y el sufrimiento de los demás.  Hagamos nuestro el lema: “Tú no estás solo, puedes contar conmigo”.
          En la vida y cada día vamos tomando decisiones. La vida misma es una síntesis de opciones.  La vocación es la opción  fundamental, es la expresión del don de la vida. Sin vocación podemos hacer muchas cosas pero nos falta el sentido profundo a nuestro actuar. Y es que la vocación constituye la razón de vivir, la que da el verdadero sentido a la vida.

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