Siempre hay
tiempo para llevar a cabo proyectos e ilusiones, para pensar acerca de lo que
vamos realizando, para reflexionar y, si preciso fuere, corregir. Pero sobre
todo, siempre hay tiempo para volver a empezar.
A
veces, ¡Cuánto tiempo perdemos! Y casi ni nos damos cuenta. Hay que buscar
tiempo para: Formarnos, crecer por dentro, reflexionar, cultivar las amistades,
dialogar…
Busquemos
tiempo para compartir inquietudes, alegrías y luego seguir caminando; y a la
vez ir descubriendo lo positivo en nosotros y en los demás.
El
hoy es muy importante. Cada día volvemos a nuestras tareas. Hoy tú-yo podemos
ser felices, sonreír y hacer felices a los demás. Tal vez estás cansado de caminar,
de luchar... El camino de la vida, a veces, se nos hace cuesta arriba y
nuestros esfuerzos no se ven recompensados.
Amigo,
no te rindas. Mira de frente, mejor, mírate a ti mismo y sigue caminando. No
dejes de caminar. No estás solo, somos muchos a caminar contigo. Ya todo es diferente porque todos los días
hay algo nuevo y algo bueno para el que mira a la lejanía, para el que tiene
esperanza y ama la vida.
Caminamos
hasta formar un pueblo que espera y ama la paz para todos y desde todos. Un
pueblo solidario porque un mundo nuevo es posible. Sí, siempre hay tiempo. Ya
todo es diferente.
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