En la vida vamos
cada día pensando y haciendo tantas cosas… pero eso no basta. No hay que
conformarse con las simples tareas, debemos ir más al fondo de nuestro ser para
que toda acción lleve el matiz de la amistad, del cariño y del amor. Porque
todo esto hay que expresarlo, compartirlo y comunicarlo.
A veces nos pasa que queremos a
las personas pero no se lo decimos. Es verdad que sobran las palabras, un
simple detalle con un mensaje llega muy dentro de la persona. Hoy me voy (nos
vamos) a fijar en los detalles que encuentro en mi ciudad, en la oficina, en
los mismos compañeros/as de trabajo… Seguro que descubro facetas que otros días
no me llamaban la atención. Y todo porque me he propuesto descubrir y vivir los
detalles para luego compartir con los demás.
Nuestras vivencias, nuestra
creatividad deben estar al servicio de los demás. Hoy me he dado cuenta de la
poca comunicación que hay en nuestra sociedad. Personas que van leyendo o con
el móvil… vamos, que están en su mundo. Otras escuchan música e incluso alguien
duerme plácidamente en el medio de transporte.
Una joven pareja, cogidos de la mano, se miran, sonríen e intercambian
algunas palabras. No bastan estos gestos.
Sí, nos falta comunicación.
Vivimos a lo grande y olvidamos los detalles, como corresponder con un simple gracias, desearnos lo mejor o decirnos cuánto
nos queremos.
Estamos en la era de las nuevas
tecnologías, de las redes sociales. Todo es comunicación. No rompamos las
relaciones, las “redes” y si se da alguna ruptura, reparémosla enseguida.
Sonreír solamente no basta.
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