Todos tenemos derecho a vivir y vivir
dignamente. ¿Cómo garantizar y defender mejor la vida? Vivimos en una sociedad
un tanto contradictoria. Hoy se anuncian proclamas a favor de la vida y mañana,
un tanto camufladas, conductas con mentalidad anti-vida.
Amigo
caminante, ¿Qué estamos aportando para inculcar una cultura en defensa de la
vida? No ignoramos los profundos cambios
de nuestra sociedad, pero no queremos cerrar los ojos ante las grandes
contradicciones.
La
existencia nos interroga: ¿Vivir para qué? ¿Vida de calidad humana? Quizás con
todos los medios que tenemos, en el fondo, estamos viviendo más
superficialmente, es decir, dejando a un lado el valor de lo esencial. Por ejemplo, me ocupo de mi
bienestar olvidándome de la situación marginal e injusta que tiene el otro.
Todos
somos responsables en respetar, cuidar y valorar el mejor regalo que tenemos.
Un regalo que nos pide y exige una tarea a realizar, personal y
comunitariamente. Y es que la vida es un regalo maravilloso.
Amigo,
seguimos caminando pero buscando siempre el encuentro, la comunicación con los
demás. Porque si no sufriremos un desgaste y esto, al final cansa. Disfrutemos
y compartamos el mejor regalo: La vida.
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