domingo, 19 de enero de 2014

EL TRIUNFO

Recorriendo el camino de cada día nos vamos encontrando un poco de todo. Si pretendemos que no haya dificultades y que todo sea un camino de rosas, es una utopía.
                El triunfo es para los que se esfuerzan y van superando toda dificultad, es decir, que es  para los valientes. Valientes porque saben ir solucionando inteligentemente los problemas que se presentan.  Porque se conocen y también se van superando, no por la simple razón, sino por el diálogo, el perdón y el amor.
                Desde la reflexión y el silencio vamos distinguiendo entre el ser y la apariencia, entre el interior y es exterior, entre la profundidad y la superficie…
             No pretendemos dividir a la familia y a la sociedad en dos: Buenos y malos. Es verdad que instintivamente nos colocamos en el grupo de los buenos y a los demás en el grupo, no digo de los malos, pero sí sospechosos.  Vamos, que son los otros los que tienen que cambiar.
                Quizás nos ayude la siguiente pregunta a saber dónde estamos. ¿Cómo sería el pueblo, la ciudad, el mundo si todos fueran como yo?
              Debemos buscar lo esencial y desde aquí ir dando respuestas y colaborando en y para el bien común.
                Amigo, camina, no dejes de caminar. La vida es acción, no te cruces de brazos y vayas dejando pasar las horas, los días… la vida. En la vida hay éxitos y fracasos. No tengas miedo  a fracasar,  si nunca fracasas… quizás sea porque no haces nada. Entonces… ya has fracasado. 

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