sábado, 11 de octubre de 2014

LAS PRISAS ¿UNA ENFERMEDAD?

Quizás hoy en día nos dejamos llevar por tantas actividades… vamos, que caemos en un activismo exagerado. He aquí que lleva el “enemigo” prisa, es decir, el querer hacer cuanto más mejor. Y, ¿para qué?
                No te parece, amigo caminante, que los que se afanan, los que van siempre con prisas, sin tiempo para nada, (y me perdonen) ¿Tiene cara de agobio?  Es verdad que todos, creo, nos dejamos contagiar por esta “enfermedad”.

        Se tiene prisa por conseguir qué se yo, por llegar, por tener, por acabar una tarea... Estamos metidos de lleno en el engranaje de esta máquina moderna que a todos trata por igual. Así estamos creando un ambiente extresado.

               Tenemos que conseguir y movernos a nuestro ritmo o biorritmo personal. Es verdad que nos toca soportar un ambiente de ruidos, velocidades en todos departamentos, sin disfrutar de todo cuanto nos llega. Esto nos lleva a una sociedad competitiva, olvidando, ojalá que no, a la misma persona.
               Y nos preguntamos  ¿Puede dar vida lo que está originando muerte? La vida es un don y no un simple regalo. La vida es un tiempo de disfrutar, ayudar, crecer como personas, tarea ésta que debemos tener muy presente.
                   La vida, un camino a recorrer creando optimismo y construyendo desde la positivo. Sin prisas y a ser posible con momentos de silencio y reflexión. La reflexión desde el silencio es una forma importante de comunicación intrapersonal e interpersonal.   

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