Hoy en día tenemos a disposición tantos
medios de transportes y, algunos muy rápidos, que si no nos paramos a pensar y
tomar decisiones; se nos van los días y los años y no hemos disfrutado de
cuanto tenemos a nuestro alrededor.
Así es que nada de
transportes: a pie. ¿Te parece, amigo caminante? Vamos a ser coherentes. El
caminar es bueno para la salud e invita a la reflexión. (Un día me dijo mi
médico: “Esto se quita… con zapatilla”).
Recorriendo
el camino si te fijas, si te fijas un poco, se van viendo tantas cosas,
edificios, anuncios… no falta algún pequeño choque con la gente. “Perdón,
disculpe”. Vas viendo edificios que te recuerdan aquellos momentos cuando eras
estudiante de arte. Escaparates de todo tipo y detalles bien estudiados para
llamar la atención a los transeúntes.
Hoy
es un día diferente. He dejado el bus, el tren, el coche… y estoy disfrutando
de este paseo especial. Y ¿Sabes? He pensado que los medios de transportes, las
nuevas tecnologías etc. Están bien, se necesitan pero debemos aprender a hacer
buen uso de los mismos. Es decir, no ser “esclavos” de ellos.
Debemos
aprender y valorar los pequeños detalles de cada día. Todo eso que está al
alcance de todos y de todas etapas de la vida. Alguna vez he pensado, no sé tú,
pero si no estamos atentos somos piezas de las grandes máquinas modernas.
Creo
que en la vida nos encontramos con un perder que es ganar y un ganar que es
perder. No sé pero hoy me voy caminando, a pie, con zapatilla. ¿Me acompañas?
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