domingo, 8 de marzo de 2015

PEQUEÑOS GESTOS

Siendo sinceros y reconociendo nuestras limitaciones, tenemos que saber aceptar que nuestra vida está hecha de pequeños gestos. Todo gesto por pequeño que sea, contribuye a un bien común.
            ¡Cuántas veces dejamos pasar ese pequeño gesto y quizás algo empieza a morir! Es como una planta que necesita ser atendida, regada a su tiempo y si nos olvidamos, sus hojas empiezan a ponerse amarillentas, se arrugan, se van cayendo… y se muere.

            Bien podemos decir que todos somos jardineros. Cuidemos las plantas, los pequeños gestos. No hace falta buscar gestos raros. Ahí están en el quehacer de cada día: una caricia, una sonrisa, un mensaje, un abrazo, un apretón de manos… un educado y sentido  gracias.

            Aunque alcanza cierta contradicción puesto que hoy en día casi la palabra “gracias” no tiene sentido porque con las nuevas tecnologías predominan otros términos de interés: poder, dinero, competitividad… Todo esto no quita para que un generoso gracias sea el fiel reflejo de un corazón agradecido.
            Gestos cotidianos que están al alcance de todos y que van dando sentido a la vida misma. Existen gestos que delatan nuestros sentimientos, otros reflejan claramente nerviosismo… Es verdad que hay que tener presente que no existen gestos universales, cada cultura tiene los propios, su idiosincrasia.  

            Amigo caminante, tengamos algún gesto con quienes nos encontremos en el caminar de la jornada.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario