La separación o despedida entre las personas
y el ambiente, no se sabe cuánto cuesta hasta que no se ha vivido
personalmente. ¡Cuántos recuerdos llegan a la mente en esos momentos! Y es que
toda separación, sea del tipo que sea, siempre es dolorosa.
Luego
se van recordando esos momentos que habían quedado en el olvido, o mejor, ahí
como en reposo. Es muy importante no olvidar el período que has vivido de tu
vida, pues todo tiene sentido. Toda verdadera relación es un encuentro
positivo.
Se aprende a compartir
vivencias - experiencias a la vez que descubres tantas limitaciones, tuyas y de
la/as otra/as personas. La comunicación es vital y enriquece siempre a las
personas.
Pero hay que ser conscientes y
reconocer que el encuentro, la amistad y la comunicación; no es tarea fácil. Pues
vaciados de la interioridad, la amistad se va resquebrajando y la comunicación
se realiza desde fuera, es decir, desde las estructuras que no es otra cosa que
la aparición de los síntomas de una separación.
En
estos momentos no debe faltar el mutuo diálogo. Ocultar los sentimientos es
perjudicial para todos. Toda despedida es dolorosa pero hay que saber quedarse
con lo positivo que hemos encontrado a lo largo del camino recorrido.
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