¿Es
necesario el silencio? Nos toca vivir en medio de todo tipo de ruidos, pero
cuando el silencio pide paso en nuestra vida, algo empieza a cambiar. ¿Cómo
dialogar y escuchar si no sabemos hacer silencio? ¿Cómo descubrir nuestros valores
interiores si tenemos miedo al silencio? Porque cuando de verdad hacemos
silencio, van apareciendo también nuestros aspectos obscuros, rechazados, no
deseados… Como que estaban olvidados y ahora salen a la luz.
La palabra silencio parece que ha
pasado de moda, si bien es verdad que se ven algunos letreros que nos recuerdan
y piden “Silencio, por favor”. Pero el valor del silencio se descubre cuando
nos ayuda a conocernos más y mejor,
cuando dos personas se aman de verdad, sobran las palabras.
Cuando estamos en silencio escuchamos infinidad de estímulos y
escuchamos a las personas más queridas. Es que el silencio habla, comunica… y
todo cambia.
No,
no somos ingenuos, sabemos que no es fácil llegar a conseguir espacios
personales y saborear el silencio. El silencio nos ayuda a encontrarnos y a ver
el camino que debemos recorrer. El silencio siempre es fundamental.
Amigo caminante, deja tu mente en
blanco y en y desde el silencio, escucha. Mejor, escúchate. ¡Cuántas cosas nos
perdemos por no saber oír, o mejor, por no saber escuchar en y desde el
silencio.
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