Navidad es
teología de la Comunicación y del Encuentro. La opción fundamental de la
persona debe tener sus raíces en estas dimensiones. Desde aquí nace la
solidaridad sobre todo hacia los marginados, los más pobres y necesitados. La
Fiesta de Navidad nos invita a decir siempre sí porque el sí es siempre
respeto, encuentro y, en definitiva, vida.
Urge recuperar el sentido de la
Fiesta. Apremia “enterrar” para siempre el egoísmo, la manipulación, toda clase
de esclavitud, la sociedad mecanizada que endurece la sensibilidad del hombre y
entrar en un ámbito nuevo de encuentro solidario, humanizado y de comunicación
interpersonal. Renacer y testimoniar el Encuentro es la lección de la Navidad.
Hoy en día después
del mensaje de Belén y Nazaret, no podemos contentarnos con las acostumbradas
palabras de una tarjeta de felicitación (hoy con un WhatApp) y dejar todo como
antes.
Debemos concienciarnos con los
problemas que nos rodean. Debemos ser conscientes que el mensaje de “Dios hecho
Hombre” “Dios con nosotros” cambia totalmente nuestra manera de ver las
personas, el mundo, los acontecimientos y nos llevan a un nuevo significado de
la vida. La Navidad es una constante invitación a ser creadores de libertad, de
justicia, de verdad, de amor y de paz.
La venida de Cristo, el Libertador,
para nadie es indiferente. Depende de cada uno tener el coraje y la sinceridad
para asumirla y testificarla porque queremos construir un mundo nuevo y éste no
se edifica con el odio, ni con las leyes injustas, ni con la ambición de poder
o la irracionalidad de las armas. Sí,
optando por los pobres, los desheredados, los marginados y por toda persona que
nos necesite.
Porque en definitiva, la Navidad es
Encuentro, un canto total a la Vida y a la Fiesta sin fin.
Gracias amigo Horacio por este hermoso articulo sobre la Navidad. Contenido muy cercano frente a la Navidad que se está viviendo actualmente. Para los incrédulos e ignorantes y tambien ateos, esta celebración es todo materialismo puro, consumo al por mayor; para los creyentes, es toda esperanza, alegria, camino hacia ese destino futuro y cercano para alcanzar la gloria del encuentro....Gracias de nuevo por enseñarnos el Camino. Un abrazo grande desde la tierra de Maria Santisima... Alberto.
ResponderEliminarGracias también a ti, Alberto por los ánimos que me das aquí y en otras ocasiones. Te has pasado un poquito por aquello de "enseñarnos el Camino"
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