sábado, 8 de abril de 2017

EL PERDÓN

Los acontecimientos, directa o indirectamente, rompen estructuras y unen a las personas. Cuando en los medios de comunicación escuchamos, vemos y leemos lo que acontece en la vida de los humanos; consciente o inconscientemente, emitimos respuestas personales.
         Es verdad que, a veces, no analizamos los hechos conscientes y responsablemente. Creando así espacios vacíos en la interacción humana. Quizás los hechos, los acontecimientos deben llevar una mayor carga de lo humano. Por ejemplo: sinceridad, sencillez, empatía… y el diálogo y el encuentro son enriquecidos.
        
Van desapareciendo toda clase de fronteras (siempre hay excepciones) y se empieza a hablar un mismo lenguaje: el de la solidaridad y el perdón. Y luego también nacerá el de la paz.
        
Nos preguntamos: ¿Por qué existe tanta violencia? Como que nunca se termina. Fuera los intereses y que predominen: el perdón, la sencillez, el respeto y la sinceridad.  El perdón nos hace ver las situaciones diferentemente y se da no sólo el acercamiento, sino el encuentro. Quien perdona: comprende, dialoga, ayuda… en definitiva: ama.
         Cuando el lenguaje del perdón ya no es habitual en las personas, los ideales comienzan a chocar, surgen senderos y van desapareciendo los caminos, los encuentros y la convivencia se va muriendo.

         Saber perdonar es colocarse al lado del otro y caminar juntos. Quien perdona sabe valorar y comprender a los demás. 

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