Quizás la primera pregunta que nos
deberíamos hacer ante el período vacacional sea: ¿Qué pienso hacer? ¿Cuáles son mis preferencias? ¿Qué me
conviene? Es decir: planes y planes.
Luego los hechos suelen ser otros.
Nos
encontramos con la realidad y se nos vienen abajo pequeños detalles. Son éstos
los que, a veces, nos hacen ver la realidad. Nuestra realidad. Venga como venga
la realidad de cada día, las vacaciones son un “tiempo especial”.
Un
tiempo que nos ayuda a descubrir nuevas facetas personales y también de los
demás. Todo nos parece diferente. Tenemos la sensación de que “hay tiempo para
todo” Paseos, visitas… como que todo está a nuestro alcance… Gente agradable,
acogedora… ¡Cuántas lecciones nos da la misma vida!
Como
no hay programaciones fijas… se habla de todo según va saliendo la
conversación: espontánea, viva, alegre…
A lo largo de la vida tenemos ocasión para realizar viajes por aquí, por
allá; pero ¿Cuáles quedan más cercanos, más vivos en nuestra mente, en la
persona?
Quizás
los que han tocado las sensibles fibras de nuestro corazón, los que nos
ayudaron a ver más allá ciertas cosas… de los momentos, paisajes, diversión,
visitas… e incluso más allá de las mismas personas.
Disfrutar
de la naturaleza, alguna lectura… cultivar y adquirir nuevas amistades… En fin,
respirar otros aires…
¡¡FELICES VACACIONES A TODOS!!
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