SOLIDARIOS

Solidaridad no es resignarse y esperar a que todo cambie: Situaciones de injusticia, falta de respeto… Solidaridad es: entrega, grito sincero a favor de los oprimidos… Ser testigos de la Verdad. Es conquistar juntos la mutua libertad y trabajar unidos para convivir en paz. Ser responsables. Hay que ocuparse de cuanto nos rodea, pero no obsesionarse por lo que acontece a nuestro alrededor.

Ser conscientes de que la vida es bella y en cada persona hay una fuente inagotable de esperanzas e ilusiones… Se suele decir que las lágrimas más profundas suelen ser la fuente de la alegría más pura. Cultivemos la amistad. Tal vez nunca lleguemos a comprender el valor de la amistad. Quizás hoy mismo hemos tenido la oportunidad de hacer amigos… La amistad no tiene medidas es como el amor: no tiene en cuenta la edad. No conoce las matemáticas.

La sinceridad es muy importante para la convivencia. Ser solidarios y sinceros implica responsabilidad. Compartir es una de las grandes lecciones que nunca comprenderemos totalmente. En el fondo, cuando se comparte, se descubre el vínculo que hay entre las personas. La verdadera amistad exige respeto. Cuando mutuamente nos apoyamos, hay menos temor. Cuando unimos hombro con hombro, la carga es más ligera. Y cuando miramos juntos a lo largo y alto, el camino se hace más fácil y se descubre su grandeza.

La paz tiene un precio y, a veces, muy alto. Nunca declares la guerra a nadie, ni a ti mismo. Acepta tus fallos, tus limitaciones… La paz está en lo alto pero la paz está dentro de ti. La paz es algo más profundo que la tranquilidad. La paz es dinámica, requiere participación, exige solidaridad.