La autoestima es confiar en uno
mismo. Es la imagen que nos vamos formando de nosotros con los estímulos que
recibimos del entorno en que nos movemos y las respuestas que vamos dando.
Sin
duda son de una gran influencia todos los estímulos positivos o negativos que
hayamos recibido en nuestra infancia.
¿Cómo
superar los conflictos-problemas?
Reforzando
nuestra autoestima, convencidos de que podemos superar los obstáculos y
desafíos de cada día. La autoestima ha de tener, o mejor, no olvidar la
dimensión del otro. Es decir, exige valorar a los demás pero siempre desde el
ser, no desde el tener.
La
autoestima nos tiene que llevar a ser sinceros y honrados. Ser personas
responsables y de fuerte constancia en las tareas emprendidas. La autoestima
nos ayuda a descubrir nuestros valores, a ser más auténticos.
Hay
existencia auténtica cuando la persona vive conscientemente su vocación, tarea
que se prolonga a lo largo de la vida superando, ojalá, el egocentrismo.
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