A veces nos sentimos cansados, tal
vez desencantados de la vida misma porque el dolor, la enfermedad, los
contratiempos, la poca solidaridad… nos han dejado solos.
Nos
parece que todo se hace imposible y ya no hay nada que hacer, hasta nuestros
proyectos personales han ido desapareciendo.
Siempre
es tiempo para volver a empezar, para creer en ti y en los demás. Siempre hay
un momento para intercambiar una palabra, una mirada, una sonrisa… y empezar de
nuevo. Y todo ello para ver a las personas y a
los acontecimientos con ojos nuevos y una mirada limpia e ilusionada.
Uno
de los sentimientos que desgraciadamente puede anidar en nuestro corazón es: No
perdonar. Perdonar es colocarse al lado del otro, mirarse y caminar juntos.
Uno
de los grandes retos que tenemos en nuestra vida es: Ser nosotros mismos.
Amigo,
hoy te invito a reflexionar, a ser crítico con todo, a no dejarte engañar, ni
manipular. Tenemos que saber liberarnos para luego pensar, hablar, escuchar,
vivir y sobre todo para amar de verdad.
Hagamos buen uso de las nuevas tecnologías, siendo
uno mismo y mirando al futuro; y si preciso fuere: empezar de nuevo.
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