Vivir es comunicarse, tener
proyectos, ilusiones… Vivir es: Amar. Amar es dar, mejor, darse. Vivir es
compartir, dialogar, perdonar. Amemos de verdad y juntos construyamos un mundo
más humano, más justo y en paz.
Todos
deseamos que haya paz y la paz llegará:
Si
creemos en los demás, si creemos que el verdadero diálogo es más fuerte que las
violentas armas. Si creemos en la mirada que es el reflejo del amor que sale
del corazón y de la mano extendida a todos.
La
paz es posible si estamos convencidos que debemos ser los primeros en dar el
primer paso para acercarnos al otro. La paz es posible si la mirada de un niño
y la bondad de las personas suavizan los corazones endurecidos.
La
paz es posible si somos conscientes y eliminamos la marginación y el hambre. La
paz es posible si creemos que el perdón, el amor, el diálogo y la comprensión
son más fuertes que el rencor y la venganza.
La
paz es posible si todo aquello que padecen los demás lo hacemos nuestro. La paz
es posible si empezamos a tener paz nosotros mismos. Si estamos convencidos de
que vivir es: Amar.
Sí,
amigo caminante, la vida tiene sentido
cuando te solidarizas con los demás, cuando te levantas y ayudas a levantarse a
los demás. Cuando adviertes que en la vida no estás solo aunque vivas en
soledad. Cuando en el caminar de cada
día no dejas tristeza alguna a tu paso.
La
vida tiene sentido cuando la solución a tus problemas la buscas dentro de
ti. La vida tienen sentido cuando sabes
arriesgar, comprometerte sin dejar de caminar.
Cuando miras a los demás con cariño, amistad e igualdad. Y es que vivir
es: Amar.
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