Cuando en tu vida todo te sonría… no te quedes parado y
pensativo, comparte con quienes encuentres y… tú camina.
Cuando
te parezca que lo tienes todo, sigue buscando y experimentando. Luego, día a
día, confirma y testimonia tu
esperanza. No te pares, tú camina.
Cuando
encuentres dificultades y empieces a dudar
de cuanto realizas o piensas realizar… Sé valiente y vuelve a caminar.
Cuando
todo o casi todo esté oscuro o la niebla te impida la visibilidad, no te pares,
sé valiente y trasciende la
situación para volver a caminar.
Cuando
te sientas desilusionado y el ritmo disminuya
por la manipulación, el engaño o la explotación; no te asustes y mires para
atrás. Sigue, vuelve a caminar.
Cuando
pienses, reflexiones no vuelvas tu mirada hacia atrás. Sé inteligente y
crítico. Ordena ideas y vuelve a tu
camino para continuar. Estás construyendo un nuevo modelo de humanidad.
Cuando
alguien te pida contigo caminar, no lo dejes solo porque juntos llegaréis a la verdad. Tú camina, no dejes de caminar pues
ya nadie podrá poner límites a tu meta, a tu final.
Camina,
caminemos juntos hasta el final. Frente a todo este amplio mundo de progreso,
de las nuevas tecnologías y del bienestar, no hay que olvidar que la persona humana debe ser el centro de
este caminar.
Amigo caminante, GRACIAS porque me haces que me crea y experimente en mí esta realidad:
ResponderEliminarsiempre hay que caminar, pase lo que pase hay que afrontar el día a día, en la sonrisa y en la dificultad.
Seguimos en camino.
Así es. Hay que ser personas inteligentes y afrontar todo cuanto nos llega cada día... Eso sí,aunque tropecemos y caigamos... levantarse y seguir caminando, esa es nuestra realidad. GRACIAS, amigo/a.
ResponderEliminar