Las vacaciones, una oportunidad. Sí, amigo
caminante, una oportunidad para ti y para mí, para todos. Para:
Que
nos conozcamos un poquito mejor personal e interpersonal. Buscando desde la creatividad
una mayor autenticidad.
Cambiar
de lugar y “olvidarnos” de las tareas cotidianas y, cómo no, para descansar y
respirar otros aires y nuevos encuentros.
Disfrutar
de la naturaleza, leer algún libro que teníamos pendiente… Cultivar y adquirir
nuevas amistades.
Sobre
todo aprender a vivir más intensamente, sintiendo el placer de las cosas
sencillas al contacto con la naturaleza.
Crear,
gozar y disfrutar… en definitiva, amar. Un tiempo de oportunidades para ser
solidarios y comprometernos un poquito más en la convivencia y solidaridad.
Solemos
decir: “Hay que ver cómo pasa el tiempo…” Y es verdad. Pero también hay que
reconocer que tenemos tiempo para todo. El tiempo nos hace a cada uno
protagonistas del buen o mal uso del mismo. (tiempo).
Lo
importante es que aprovechemos el tiempo personal para crecer por dentro. No
hagamos de nuestra vida una simple actividad de aquí para allá. Hay que saber
pararse y pensar por qué hacemos las cosas. Cómo estamos viviendo nuestra vida,
qué opciones vamos tomando en la misma.
Hay
que saber buscar tiempo para ir resolviendo los problemas y los retos de cada
día. Hablar, dialogar, escuchar… y es
que el período de las vacaciones nos puede servir para todo esto y algo más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario