En nuestra
convivencia diaria nos van sucediendo variedad de situaciones. Cuando
celebramos acontecimientos en la vida familiar o social, buscamos quedar bien.
Pensamos “qué detalle-regalo conviene hacer” Y pensamos en grandes regalos,
cuando es en lo sencillo, en lo pequeño, en ese detalle que sabemos va a gustar
a la persona festejada.
Ser fiel en lo grande tiene sin duda
su valor, pero ser fiel en lo pequeño es cosa grande. Durante el día realizamos
pequeñas actividades y es entonces, al final de la jornada cuando descubrimos
que no ha sido inútil ningún esfuerzo realizado.
Todo tiene su valor y significado. Un pequeño gesto en la convivencia
de cada día tiene un gran valor, aunque no veamos en ese momento los
resultados.
Es verdad que también, a veces,
hacemos grandes proyectos que no siempre llevamos a cabo por los motivos que
fuere. Cuando éramos niños nos gustaban los regalos grandes, de mayores, creo,
se aprecian más las cosas (regalos) pequeñas. Quizás sea por aquello de que lo
pequeño, el detalle, es importante.
En nuestra convivencia diaria valoremos
todo gesto por pequeño que sea, si nos ha ayudado a compartir, a encontrarnos y
comunicarnos mejor todavía.
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