domingo, 11 de enero de 2015

VIVIR EL HOY

El tiempo, no el climatológico, sino el  cronológico, queramos o no, nos condiciona. Este tiempo, el cronológico, es un tiempo de actividad, de reflexión, de comparaciones, pero sobre todo es un tiempo de vivencias.
             El tiempo determina, condiciona, influye en nuestra vida. Lo importante es que sepamos vivir en sintonía con el paso de los años y disfrutemos de las etapas de nuestra existencia. La infancia, la adolescencia, la juventud, la adultez y la tercera edad.

     Pero de lo que se trata es de vivir el hoy lo más intensamente posible. Somos lo que somos. Tenemos que ser conscientes que nuestro tiempo, el único que vale, es el hoy, el  ahora.

Deja atrás, amigo caminante, el pasado y no te agobies por el futuro. ¡Vive! Acepta y disfruta el presente y mira al futuro con optimismo. No pierdas el tiempo recordando qué se yo, déjalo atrás. La vida, nuestra vida, es un presente real y nos invita a vivirlo a tope.
Tal vez añoramos tiempos pasados o soñamos con los futuros y así vamos dejando pasar el presente y más triste aún sería si nos aferramos a él, caeríamos en la monotonía. Aquí se pierden muchos valores: la creatividad, el espíritu crítico, las ganas de vivir, el entusiasmo…

El sacrificio, la austeridad, ya no se consideran una virtud; triunfa la comodidad y la apariencia. Sigamos empeñados en comunicar  nuestros proyectos. Es importante salir de uno mismo y estar con los demás. Sentir sus problemas e inquietudes. El presente, el hoy, se convierte en un reto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario