domingo, 17 de enero de 2016

EL VALOR DE LA PERSONA

Quizás nos sea fácil el ir creciendo en conocimientos, en experiencia: pero  ¿Cómo personas?  Y no me refiero crecer físicamente, aumentar en riqueza cultural, económica, en fama…etc. Lo importante es crecer por dentro, es decir, como persona.

 Dejar ser protagonista al otro es descubrir sus valores y para ello necesitamos dejar a un lado nuestro yo para que entendamos y comprendamos al otro;  no tanto para que me entienda él (ellos) a mí.

           
Surge aquí el diálogo interpersonal que nos exige igualdad, nueva visión de las personas, sencillez, pobreza y no me refiero a lo económico como comprenderás, amigo/a caminante. Es: ser personas gratuitas, dispuestas a dar, si es posible, lo que el otro necesita. Ser personas dialogantes que saben compartir todo.
           Ser personas que saben valorarse y valorar a los demás. ¿Por qué, me pregunto, colocamos en los primeros puestos las dificultades, los problemas…? Tu historia, mi historia es (o debe ser): proyecto, elección, visión nueva para descubrir o redescubrir su sentido, su valor; que está en ti, en mí, no afuera.

          La intercomunicación, el saber estar, es el fiel reflejo de un crecimiento de la persona. “Nuestra originalidad se desvanece no sólo cuando nos diluimos perdidos entre los demás, sino también cuando nos cortamos de la creación y de la historia para encerrarnos en nosotros mismos” Benjamín González. Importa mucho no perder la comunicación y el valor de la persona.   

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