domingo, 27 de noviembre de 2016

LA CONVIVENCIA

Si el hombre, la persona, es un ser social, no será difícil vivir y compartir la convivencia. La convivencia significa todo lo que se convive. Pero convivir no es fácil. Exige: comunicación, respeto, mutuo diálogo, condescender, ayuda, aceptar al otro como es…y su libertad.
     Las personas vivimos en sociedad, por lo tanto, debemos relacionarnos, comunicarnos con los demás.
         La convivencia, la sana convivencia, debe iniciarse en el seno de la familia. A todos los miembros, la convivencia, exige una sana y responsable colaboración. Sin duda no faltarán posibles conflictos. He aquí la importancia del diálogo.
         Convivir es compartir. En el fondo, la convivencia exige mutuo respeto, sin dejar a un lado lo individual de cada persona con sus propios gestos de colaboración en la convivencia, ya que convivir nos atañe a todos.
        
Se necesita crear espacios de reflexión y de creatividad para no caer en una rutina estéril. No olvidemos que vivimos en un mundo plural, complejo, difícil y conflictivo.
        
La comunicación se empobrece si predomina el individualismo. Hoy el mundo necesita hombres nuevos y esperanzados. Personas que sepan eliminar todo obstáculo, toda barrera, toda estructura… Todo aquello que impida la relación interpersonal.

         No queremos olvidar a las personas necesitadas, a las que solemos calificar de pobres. La solidaridad es mirar al otro con una mirada nueva para descubrir y respetar su dignidad. Estamos invitados a salir de nuestra comodidad, ir al encuentro del otro para hacer posible una sana y seria convivencia.  

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