EL VALOR DE LA PAZ

El tema de la paz es un tema, creo, complejo pero la paz es posible. La paz llegará si creemos en el otro, en el diálogo, en la justicia, en el perdón. La paz es posible si las necesidades de los demás las hacemos nuestras.

         La vida es un camino que debemos recorrer, a ser posible, juntos. “No hay camino para la paz, la paz es camino” nos ha dicho Gandhi. La paz incide en el conjunto de nuestras relaciones interpersonales. Extendiéndose al mundo político, social, económico, religioso.

        

La paz y la justicia deben de reflejarse juntas, sin olvidar a los pobres y oprimidos. Se trata de salvaguardar la vida humana: una vida digna y justa.

        

Por lo tanto, la ética de la paz tiene su base en una ética de la justicia, sin olvidar la libertad; estos dos términos, justicia y libertad, son los que aseguran el concepto de la vida digna de la persona.

         La paz no es sólo un valor, una meta, sino todo un proceso. Todos debemos colaborar para conseguir y mantener la paz. La tolerancia, el diálogo y, sobre todo, la aceptación de los demás, nos ayudan a construir la paz. Educar para la paz es educar para cómo debería ser el mundo. Hay que empezar por las personas.

         Hay una frase en las tarjetas, posters y dice así. “La paz está en lo alto. La paz está dentro de ti”. Una paz que nos exige, en primer lugar, a nosotros mismos eliminar toda discriminación: sexista, religiosa, social…etc.

         Qué duda cabe, la paz es un valor fundamental para la vida de toda persona. No basta el no meterse con nadie, es fruto de saber escuchar y respetar. Sí, nunca perdamos el valor de la PAZ.