Abrid
vuestros ojos a esta sociedad que los mayores queremos donaros. Puede que no
estéis de acuerdo en casi nada, pero abrid también vuestro corazón porque los
adultos queremos aprender a recuperar un corazón como el vuestro: Limpio,
sencillo… nuevo.
Hoy sois
para nosotros esperanza porque la nuestra está debilitada, debido a que nos
hemos vuelto cómodos, insolidarios, casi, casi indiferentes, viejos.
Vosotros sois los protagonistas del mañana, los constructores de una
nueva sociedad; pero estad atentos y no seáis náufragos en el mar de las nuevas
tecnologías. Hablad, gritad, denunciad para que nadie apague vuestra voz por el
simple hecho de pulsar un botón.
Cuando llegáis a la familia es una fiesta
del corazón, pero, a veces, nos duele porque hay guerras en el mundo,
atentados, secuestros… y los hombres se matan entre sí. Es triste. Pero es aún
más triste que otros niños nunca lleguen a ver la luz.
Hay personas que están lejos del hogar,
son tantos los motivos… y toda ausencia se hace presencia dolorosa. Todos
estamos llamados a hacer posible la esperanza. Niños/as abrid vuestros ojos al presente,
pero mirad al futuro, vuestro futuro que es también el nuestro.
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