Cuando
hemos disfrutado de algo agradable, positivo… normalmente compartimos nuestra
expresión: ¡Qué emoción! Y con una clara sonrisa. Por lo tanto, la emoción es
una expresión que nos sale de dentro.
A lo largo de la jornada vamos pasando
por distintas emociones: Miedo, tristeza, alegría… Quizás la mejor respuesta a
toda emoción sea actuar inteligentemente, en positivo.
Debemos buscar un equilibrio emocional
y para ello se necesita estar en paz con uno mismo y con los demás. Las
emociones son parte de nuestra vida. Son reacciones que experimentamos y que
influyen en nuestro comportamiento. ¿Miedo? ¿Sorpresa? ¿Alegría? ¿Tristeza?
Es muy
importante saber orientar el mundo emocional. Cultivar las emociones positivas,
no sólo es significativo, sino que es necesario ya que ejercen una influencia
en nuestro comportamiento.
Ser personas agradecidas es abrir puertas en nuestras relaciones. Es
verdad que estamos viviendo en un ambiente dominado por un materialismo que se expresa
en el desarrollo científico y tecnológico. Olvidando o marginando el mundo de
las emociones y quizás también aquello que no se ve pero que está en ti y en
mí, en todos nosotros.
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