Todos, creo, queremos ser libres. Es verdad que, según
G. Girardi: “Ninguno de nosotros es verdaderamente libre mientras sigan
existiendo hombres oprimidos” Todos aspiramos y sentimos la necesidad de
decidir personalmente acerca de la vida.
Las nuevas tecnologías ejercen una
presión social e incluso intentan imponer modelos de comportamiento e ideales
de vida. Todos sufrimos el peso de un mundo, de una sociedad que respira
violencia.
Aquí es donde constatamos la necesidad
de una verdadera educación por la libertad. Somos conscientes que no se puede
cambiar una mentalidad de inmediato. Pero ¿Cómo actuar?
La libertad
implica riesgo, responsabilidad. Ser capaces de interrogarse, de
autocriticarse… En definitiva, dar respuestas inteligentes.
La libertad es un valor que debemos cuidar, respetar y
no siempre es así. Es verdad que los medios de comunicación no siempre son
liberadores porque falta la libre información. Condición esencial para la
promoción de la persona.
La comunicación puede hacernos
consumidores pasivos o ayudarnos a ser responsables. Hagamos un buen uso de los
medios de comunicación y alcanzaremos la verdadera libertad.
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