Todos nos necesitamos. El ser humano vive en relación
porque vivir es convivir. Pero no siempre vivir hacemos que sea convivir. La
soledad de las grandes ciudades, esos bloques de viviendas…son, a veces, el
gran sufrimiento de las personas.
A veces se dan esos intentos de salir e
ir a vivir en pequeñas urbanizaciones. La soledad, en el fondo, nos es
necesaria para un encuentro con nosotros mismos. Para sincerarnos porque nos
tenemos que dar a conocer como somos, porque si no nos causamos nuestra propia
soledad.
Si bien necesitamos de la soledad
porque nos ayuda a encontrarnos-conocernos a nosotros mismos buscando el camino
de una auténtica y responsable madurez personal. Asumiendo nuestra propia
soledad y así descubriremos o mejor, nos conoceremos un poquito mejor.
Cerrarnos a la comunicación es negarnos
a ser quienes realmente somos. Es ponernos una careta. Todo lo contrario, a
cuando optamos por la comunicación. Es decir:
Vivir en la verdad, en la paz. Desde aquí nos podemos hacer muchas
preguntas. Por ejemplo: ¿Por qué no nos comunicamos de verdad y por el
contrario preferimos quedarnos con nuestra soledad?
Saber escuchar es la clave. Hay que integrar, no
dividir. Optemos:
Soledad
– Comunicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario