viernes, 11 de mayo de 2018

LA CONVIVENCIA

Seguro que más de una persona al leer el título, queriendo o inconscientemente, se le ha escapado esta frase: “Qué difícil es la convivencia” Tal vez hemos olvidado que la intercomunicación es un reto para todos.
         Todos estamos metidos, de una forma o de otra, en la cultura de las comunicaciones. Directa o indirectamente nos encontramos con objetivos comunes: La visión de la vida, los problemas de cada día… etc. Todo ello nos lleva a relacionarnos, a caminar juntos, a dialogar y a compartir. Un diálogo sin discusiones.
         Cuando discutimos no somos capaces de escuchar serenamente al otro. (Claro que) nos encanta tener siempre la razón. Tal vez nos hemos escuchado a nosotros mismos, queriendo que prevalezca nuestra opinión.
        
Es que, siendo sinceros, a veces, ni hemos escuchado bien a nuestro interlocutor. Los conflictos están ahí, pero se resuelven a través del respeto, el diálogo y, a veces, llegando mutuamente al perdón.
        
No es fácil mirar a lo lejos, al futuro, cuando lo cercano, el presente, la realidad de cada día nos asusta por su complejidad. Necesitamos unir fuerzas, compartir ilusiones, proyectos, sobre todo, seguir creyendo en los demás. Seguir dialogando y enriqueciendo la convivencia.
         Dialogar es encontrarse, abrir puertas, quitar fronteras y descubrir horizontes. A veces por pequeños contratiempos dejamos de comunicarnos. Se van perdiendo aquellos gestos, aquellos detalles… y empieza a morir nuestra convivencia.
         Se busca rejuvenecer un mundo que está envejeciendo y que no sabe perdonar-amar. Mantengamos vivo el lenguaje de la convivencia.



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