viernes, 25 de mayo de 2018

TENER - PODER - VALER

         Normalmente, si no estamos atentos, si no actuamos como personas inteligentes, buscamos el tener para llegar luego a vivir lo más cómodamente posible. Es verdad, como personas inteligentes, serias y con miradas más altas, no estamos conformes con nuestro proceder.
         Y es que los problemas, las mismas crisis no se resuelven con exhortaciones o con las decisiones de la buena voluntad. Es algo más enraizado, más profundo (cultura) y que tiene que morir. Algo enraizado.
         Si profundizamos el tema, nos encontramos con los conflictos inter-relacionales. Tendrán que pasar las generaciones. Esto nos enseña a descubrir que es lo interpersonal lo que debe prevalecer.
         El ritmo de la vida es igual para todos. Es el encuentro personal. Es volver a descubrir los valores esenciales. Es dejar, aunque nos cuesten lágrimas, lo que nos ata, lo que nos quita la vida.
         Como el hijo pródigo y lo dijo el padre: “Ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado”. Hemos dejado el tener, esa ansia que nos pide la cómoda sociedad y hemos vuelto a lo esencial, a ser personas inteligentes, a buscar y encontrar lo esencial: la vida.
         La vida es el resultado de las decisiones que tomamos a lo largo del camino. Saber superar la ley, todo lo que, de una forma o de otra, nos ata y valorar la libertad y lo que es esencial.



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