viernes, 14 de septiembre de 2018

EL TRABAJO

Hoy en día la mayoría de nuestras conversaciones giran en torno al trabajo. El trabajo es una necesidad que todos tenemos. En el fondo, tener un trabajo, es una satisfacción personal. Da prestigio y valor a la persona porque siempre habrá alguien que lo aprecie y valore.
         El trabajo es expresión de la persona. Siempre refleja (el trabajo) el estado de ánimo de quien lo realiza y si es en equipo multiplica la sensación. El compartir nos enseña a ver las cosas de diferente modo y enriquece a las personas.
         Cuando se comparten las tareas nos enriquecemos todos. El trabajo humano ayuda a crecer individual y comunitariamente. El trabajo es la actividad total de la persona que se diferencia del empleo, éste se realiza para adquirir un dinero.
         “En la antigüedad, el trabajo necesario para la satisfacción de las necesidades vitales era considerado una ocupación servil, propia, por lo tanto, de esclavos no de ciudadanos” Dic. Pensamiento contemporáneo.
         Hay que recuperar siempre la dignidad de la persona, buscar motivaciones que nos ayudan para dar un sentido no sólo al trabajo, sino a la misma vida. El trabajo nos ayuda a integrarnos en la sociedad.  El valor del trabajo radica en la persona que lo ejecuta y a la vez es un punto de referencia para el desarrollo de sus cualidades.
         Es verdad que hoy en día encontrar un trabajo digno tiene sus dificultades. Las exigencias técnicas hacen que el trabajo sea cada vez más parecido al de una máquina, es decir, que despersonaliza. El trabajo exige la colaboración entre las personas para una mayor humanización.
         Hay que superar el concepto “productivista” del trabajo, ya que crea, o puede crear, una competitividad entre las relaciones interpersonales.
        




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