Vivimos
de prisa o nos paramos. En general no tenemos un equilibrio. Siempre pensando
en solucionar problemas, los personales y los que nos han creado los demás. Y
yo, ¿Dónde estoy?
Este es mi problema, suelo ir a toda
velocidad. A ¿Dónde? De una parte a otra y en todo encuentro algo hay que
hacer, pero no soluciono a penas nada. Es todo un cúmulo de obligaciones que,
así lo creo, debo ir solucionando.
A veces pienso, la importancia que
tiene el saber pararse, pensar, reflexionar… Pues nos paramos y observamos a la
gente caminando por la calle… casi todas están hablando por el móvil. ¡Hay que
ver cómo ha cambia el mundo! El mundo de las tecnologías y con ellas nosotros.
¡Ahora nos falta tiempo! El niño juega,
se divierte… y para él no pasa el tiempo, para nosotros los mayores, nos falta casi
siempre tiempo. Siempre vamos con prisas.
Ojalá sepamos descubrir la belleza de lo cotidiano, de
lo sencillo. Se progresa tomando decisiones responsables confiando, si no
confías no puedes relacionarte con los demás. Éste camino te lleva a la
soledad.
El amor no tiene necesidad de palabras.
Sólo un silencio, una mirada… es que la mirada es un lenguaje universal. Nos
dejó Gandhi que: “Deberíamos cuidar mucho los encuentros porque se convierten
en palabras y cuidar las palabras porque se convierten en actos”.
Continúe con estas reflexiones puesto que ayudan mucho.
ResponderEliminargracias seguimos caminando juntos....
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