viernes, 14 de diciembre de 2018

EL MIEDO

Hoy en día solemos asistir a alguna reunión porque siempre se aprende algo. Hay tantas que nos quitan esos ratos personales, casi siempre coinciden con el tiempo elegido para nuestros asuntos. Pero hoy el tema era para mí interesante: El MIEDO. Todo el tiempo iba a desarrollarse en torno a este tema.
         Se hizo una pregunta al grupo: ¿Hay miedo en tú vida? Personalmente me dije: Yo ¿a qué tengo miedo? Seguí pensando. De momento no era mi caso. Inmediatamente alguien dijo: “A la soledad”. Y esta respuesta me hizo pensar más aún.
Alguien, con voz entrecortada, comunicó al grupo: “Con todo lo que me ha costado sacar adelante a los hijos, lo decía casi llorando, y ahora ninguno viene a verme…” (estaba en una Residencia). El miedo se había hecho realidad. Hubo silencio.
         A penas pasaron unos segundos, alguien intervino diciendo: Mi miedo es a la muerte. Un silencio total hizo su presencia en la sala. ¿Sería que todos pensábamos lo mismo? Y desde este momento, todo cambió.
         Un suave murmullo se apoderó de la sala. Luego, todo cambió. No faltó el intercambio de una sonrisa… el lenguaje era interior. Es que el silencio tiene su misterio. Nos ayuda a descubrir los valores, los nuestros y los de los demás.
         Nos volveremos a reunir… no sé cuándo, pero será pronto. Es que siempre se descubre algo nuevo y algo bueno en los demás, pero también en uno mismo. Luego formamos pequeños grupos y no faltaron las sonrisas y alguna broma. El miedo ya no tenía lugar. Se había decidido vivir intensamente superando toda clase de miedos, preocupaciones…




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